27 jun 2010

Corazón y C.I.A.



Muchisima gente, en cuanto tienen un poco de confianza conmigo y ven la cicatriz del pecho preguntan el por qué, y yo, tras el chiste de "¿es que tú nunca te has partido el pecho de risa?" le precede una historia muy breve, muy a grandes rasgos. Me prometí escribirla un poco más detenidamente hace mucho tiempo, y eso voy a intentar:

La cosa empezó porque me daban unas taquicardias de entre 5 y 20 minutos, que las tuve toda mi vida pero nunca duraron tanto, ni realmente dieron mucho por culo hasta que tuve 16 años, cuando empezaron a repetirse cada semana o diez días. El procedimiento era el siguiente: me daba la taquicardia, se lo decía a mis padres, cogíamos el coche y cuando llegábamos al hospital, bien por el olor estéril que desprende éste (sigue dándome grima ese olor) o en la sala de espera, se quitaba la taquicardia, y cuando hacían un electrocardiograma salía todo "normal". Los médicos, hartos de mí, dijeron que la próxima vez no hiciese cola y que entrase directamente nada más llegar al hospital, a ver si lo pillaban, y vaya si lo pillaron.

Esa vez llevaba más de media hora de taquicardia, y las taquicardias, al menos a mí, en los primeros 5 minutos sientes el pecho golpeando la camiseta (siempre más de 200 pulsaciones por minuto), y luego empiezas a notar las clavículas super tensas. A los 10-15 minutos le precede una fuerte presión en las sienes (por tanto bombeo de sangre) y tras 15 minutos, empiezas a marearte y a ver todo muy blanco. Fue entrar al hospital tras 15 minutos de taquicardia y llegué apoyándome en mi padre. Un enfermero acercó una silla de ruedas y me sentaron automáticamente. Me metieron a una camilla mientras hacían un electrocardiograma y vieron que estaba a 260-270 p.p.m., y nada más ver las cifras y sacar un extracto en papel, me pasaron a otra habitación, mucho más preparada, mientras había 5 médicos/enfermeros (nunca super diferenciarlos bien) a mi alrededor. Mientras decidían entre las 5 personas si meter un chute de adenosina o no, mi corazón llegaba a un pico de 293 p.p.m. tras más de media hora de taquicardia y no paraban de repetir la frase "riesgo de infarto"; un enfermero decía que me relajara, que me iban a meter "una cosa que podría marearme un poco" y podria perder el conocimiento. Tras introducirlo en el émbolo, todos observábamos la reacción en los monitores. Tras unos segundos, la Adenosina hizo su efecto y mi pulso pasó de 270-290 a 0. Durante un segundo (creo que fue un segundo, aunque para mí fue eterno) no tuve pulso ninguno, y es de esos momentos que piensas "¡Coño, a ver si con la tontería me voy a morir o algo!" y hubiera decidido perder el conocimiento si de mí hubiera dependido, pero cuando la línea recta del 0 ascendió y se puso a 70-80 pulsaciones por minuto, la cosa cambió, mi corazón se estabilizó y empecé a relajarme de verdad, dejé de ser el centro de atención y ya sacaron los análisis. Dijeron que tenía una vía anómala que conectaba el corazón con el cerebro, producía un latido "intercalado" con el del propio corazón y eso provocaba que fuese al doble de su velocidad normal.

Me hicieron en el mismo hospital varios cateterismos, al menos 3 o 4, ésto es, cables que introducen por la ingle para observar el corazón por dentro (viene a ser como un piercing gigante) y que, aunque tenía anestesia local, duraba más la intervención que la anestesia y la almohada terminaba chorreando, y no me refiero sólo a sudor. Espero que algún dia cambien eso porque, personalmente, era insufrible, y más cuando ya no era la primera vez y sabías por lo que ibas a pasar. Hartos de hacerme pruebas y no sacar nada en claro, me trasladaron a Málaga, para hacerme otro cateterismo con máquinas más modernas y otro tipo de pruebas.

Me llevaron a Málaga en su correspondiente ambulancia (es la primera vez, y espero última, que hice un viaje en ambulancia), otro cateterismo, otra almohada empapada de sudor y lágrimas, y dijeron que tenía el nodo bloqueado, que eso era irreversible y que tenían que ponerme un marcapasos, que mi corazón funcionaba casi "por inercia". Y ésto, con 16 años, no es lo más bonito que puedan decirte.

Antes de comprometer mi vida a un aparato con pilas de 10 años de duración decidí ir a otro hospital a contrastar opiniones, y me llevaron a Madrid a la Ruber, al Dr. Rufilanchas, un hombre que nada más entrar llenaba la habitación de tranquilidad y sosiego. Hicieron otro "indoloro" cateterismo, una endoscopia (que, para abreviar, diré que es una especie de tubo que te meten por la boca hasta el esófago, todo ésto sin anestesia ninguna y con asfixia incluida, sobre todo si tienes la mala costumbre de respirar por la boca), y, tras analizar los análisis, no sólo determinaron que no necesitaba un marcapasos, sino que encima mi nodo no estaba bloqueado, bueno sí, pero que se bloquea y desbloquea a voluntad, rollo lo que le pasa a Miguel Induráin, que lo mío se solucionaba con una operación y que debía de denunciar a los de Málaga (cosa que nunca hice).

También debía haber denunciado a la enfermera que, para cambiarme una vía de una salida a una de dos en el otro lado del codo (hay gente que lo llama "lo de doblar"). La mujer medio quitó el esparadrapo y dejó la aguja al aire, se giró para coger algo, la bata la llevaba sin atar, se enganchó la bata al esparadrapo y éste a la aguja, lo que hizo reventar la vena, poner todo perdido de sangre (incluidos algunos cds que tenia bajo el brazo), y tener un extraño triángulo semi-negro, que parece más una mancha sin limpiar de roña, en "lo de doblar", de por vida. Yo creo que la mirada asesina que le eché fue suficiente castigo.

Una de las cosas que quizás más me molestó a lo largo de este proceso era el hecho de que, cuando salía con amigos y preguntaba "¿que hacemos?" siempre decían "lo que tu quieras", cosa que nunca había pasado antes, nunca había llevado antes la voz cantante en mi grupo de amigos, y ésto, unido a que dos personas con las cuales llevaba ya unos años sin hablarme por discusiones e historias varias, me llamaron para hacer las paces, y todo ésto te hace plantearte que ellos ya me habían puesto fecha de caducidad y nadie quería hacer nada que yo no quisiese, ni llevarse el "come-come" de por vida de "es que se murió y me llevaba mal con él". Obviamente, a los dos con los que me llevaba mal los volví a mandar a la mierda.

Lo que a mí me ocurría es que padecía una comunicación interauricular, abreviadamente C.I.A., (aviso, el video es bastante hardcore), esto es, que las aurículas (izquierda y derecha) se comunicaban entre sí debido a que la "pared" que los separa tenía agujeros, en plan regadera, y había dos maneras de solucionarlo: bien poniendo un injerto en dicha "pared" si el agujero era muy grande, o coser si habia varios agujeros pequeños, que era mi caso. La operación duró casi 3 horas, tenia un "fifty-fifty" de probabilidad de despertarme de la anestesia y mi corazón estuvo 3 cuartos de hora encima de una mesa mientras yo pasaba de tener casi 8 litros a poco más de 2.

Muchísima gente me ha preguntado "Tio, ¿y no tenías miedo a morir?" Sinceramente, no, es más, por mi naturaleza de pesimista creía que terminaba ese día, y que, a partir de entonces todo lo que me resta de vida es un "regalo", por eso me dan rabia los emos y demás mierdas que creen que en la muerte está la solución, y no valoran lo que se les da, o sí que lo valoran cuando siguen vivos y es que simplemente son unos niñatos hipócritas.

El post-operatorio fue corto (pedí el alta voluntaria a los 9 días, no podía estar más tiempo encerrado, estaba harto de recorrerme el hospital entero) y, quitando historias de tener que levantarme de la cama con los dos brazos a la vez por tener el esternón cosido (porque si no me daba un grimazo al notar medio esternón sobreponiéndose sobre el otro), o que era alérgico a las 46 grapas que pusieron y se me infectaron y al quitarlas dolía muchísimo, por lo demás bastante "bien", me daba risa cuando se mezclaba la medicación de morfina, codeína y diazepán y a veces hasta las eché en falta en las fiestas.

Soy consciente de que no voy a durar más que una persona que no sea del club de la cremallera, pero no me entristece, sino todo lo contrario, hay que vivir el día a día, pero no un "carpe diem", pues un hoy no vale nada si no existe un mañana.

3 comentarios:

Sanne dijo...

Pues sí es una explicación más larga que la que me distes un día que te vi después de vete tú a saber cuantos años en la estación de autobuses, y en medio del resumen de como nos había ido la vida en todo ese tiempo me dijistes: ah mira! tengo una cicatriz en medio del pecho porque me dio un chungo y casi me muero.

Que movidas te pasan...

Por cierto, te espero en el concierto de los Maiden en Valencia la semana que viene.

DaRKeN dijo...

Gracias por compartir todo eso Alex, eres un luchador de cojones, te admiro tío.

Espero pronto verte por ahí, cruzándonos en un autobús o lo que sea, que es que yo ahora ocupo el tiempo en estudiar y trabajar y dudo mucho que te pueda ver por alguna zona de marcha.

Un abrazo grande, taLuego :)

DaRKeN dijo...

Gracias Alex por compartir todo aquello, eres un luchador de cojones, te admiro tío.

Un abrazo fuerte, nos vemos :)